En 1968 el doctor Julio Hazim, inició la publicación de una revista para médicos, que contenía notas y noticias de interés para la clase médica y para todo el sector salud.
En cada número aparecía en la portada de esta publicación un médico destacado de nuestra historia. La número 8 por ejemplo, tenía en la portada al doctor Carl T. Georg.
Disponemos en nuestro archivo de una interesante entrevista que el doctor Hazim realizó al doctor Georg. En la descripción del contenido de la revista se narra parte de la historia del hospital San Antonio de San Pedro de Macorís y del discurso que en su inauguración pronunciara el monseñor Meriño.
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Se refirió el monseñor al tema de la caridad y como una casucha de madera que manejaba el padre Luciani, se transformó en el más importante centro de salud de nuestro país, gracias a la dedicación y al manejo del doctor Georg.
La revista tenía un variado contenido que incluía el editorial, notas, noticias y artículos de interés para los médicos como el de “Como remodelar su consultorio”.
Artículos sobre nuevos medicamentos o las indicaciones de laboratorio en el caso de enfermedades cardiovasculares.
El editorial estaba dedicado al tema de los honorarios médicos, estableciendo claramente que si bien la profesión médica es una profesión de sacrificio y dedicación no es menos cierta que de la profesión vivimos los médicos.
Como vemos el tema de los honorarios siempre ha sido un punto importante en la profesión médica.
En la misma publicación encontramos un artículo del doctor Ernesto Morales sobre la nefropatía por analgésicos, haciendo una reseña de un artículo publicado en “The Medical Clinics of North América” y otra reseña de un artículo sobre el metabolismo de los digitales, este publicado en el “American Heart Journal”.
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En la parte de noticias vemos la nota sobre la designación del señor Erwin Lefeld en la empresa J.M. Hernández.
Una nota sobre el fallecimiento del doctor Manuel Ortega, médico anestesiólogo del Hospital Dr. Lithgow Ceara, quien falleciera víctima de un cáncer con tan solo 47 años de edad.
Se anunciaba también la realización de las primeras Jornadas Dominicanas de Pediatría, que estarían dedicadas al doctor Rafael Miranda. Esas jornadas contaron con la participación del doctor Manuel Sánchez Perdiguero, prestigioso catedrático de Sevilla, en España. Igualmente reseñaba la revista una convención de la Asociación Médica del Norte, organizada por el doctor Robinson Abreu, que se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
En otra nota se reportaba la inauguración del Instituto de Anatomía de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Las palabras centrales estuvieron a cargo del doctor Manuel Felipe Pimentel Imbert, decano de la Facultad de Ciencias Médicas, quien agradeció a los que habían colaborado para la implementación del instituto, y además en sus palabras tuvo palabras de orientación a los estudiantes, indicándoles que debían respetar ese recinto como un templo, ya que la dignidad del ser humano no se debe perder aún tras la muerte.
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En el acto, el director de la Escuela de Medicina, doctor Mario Ravelo Marchena, entregó al director del instituto doctor Alejandro Capellán las llaves de ese centro.
Todos los que estudiamos medicina en la UNPHU, que tuvimos la oportunidad de recibir clases del doctor Capellán reconocemos el privilegio de sus grandes conocimientos.
También resaltaba esa publicación que en la ciudad en 1968 los neurólogos eran los doctores Mario Tolentino y Juan Santoni, y como neurocirujano el doctor Ney Arias Lora.
Como vemos la revista El médico dominicano estaba lleno de interesantes y relevantes temas que seguiremos reseñando.
Por el doctor Herbert Stern, médico oftalmólogo e historiador